Cómo construir encofrados de hormigón

Encofrar correctamente el hormigón es crucial para cualquier proyecto de construcción. Estos encofrados mantienen el hormigón vertido en forma mientras se endurece y gana resistencia. La elección del encofrado puede ser decisiva para el éxito del proyecto. Exploremos el mundo de los encofrados de hormigón, desde la elección de los materiales adecuados hasta su montaje correcto.

Diferentes tipos de encofrados de hormigón

encofrado

Hay varias opciones para elegir cuando se trata de encofrados de hormigón. Lo que funcione mejor depende de las necesidades específicas del proyecto, el acabado deseado y las limitaciones presupuestarias.

Encofrado de madera

La madera ha sido la elección preferida para encofrados de hormigón desde siempre, y con razón. Es fácil de conseguir y sirve para todo tipo de proyectos. Vamos a desglosar los dos tipos principales que encontrarás.

Encofrados de madera

La madera en bruto hace maravillas cuando hay que trabajar con formas extrañas o diseños personalizados. Se puede cortar y ensamblar en el mismo lugar de trabajo, lo que resulta perfecto para proyectos únicos. Eso sí, ten en cuenta que la madera no dura eternamente, por lo que tendrás que cambiarla más a menudo que otros materiales si piensas reutilizarla.

Encofrado de madera contrachapada

Piense en el contrachapado como el primo más refinado de la madera. Ofrece un acabado más liso y resiste mejor el paso del tiempo, sobre todo si se utiliza varias veces. Además, puede tratarse para que resista mejor la humedad que la madera normal.

Encofrado metálico para hormigón

Subiendo en la escala de durabilidad, tenemos encofrados metálicos de aluminio o acero.

Encofrado de aluminio

Si quieres algo resistente y fácil de mover, el aluminio es tu aliado. No se oxida y te ofrece el acabado liso que buscas. Es especialmente útil cuando se trata de diseños repetitivos, como paredes o suelos idénticos.

Encofrado de acero

Para los grandes trabajos en los que realmente importa la resistencia, el acero es el rey. A diferencia de la madera, no cede bajo el peso del hormigón húmedo, por lo que es perfecto para edificios altos o proyectos industriales. Sí, cuesta más por adelantado y es más pesado de manejar, pero su longevidad a menudo hace que merezca la pena la inversión.

Encofrado de plástico

El encofrado de plástico, el nuevo integrante del bloque, aporta nuevas ventajas. Fabricados con polímeros resistentes, son ligeros, reutilizables y resisten bien el agua y el óxido. Aunque puede que no sea tan robusto como el metal, su diseño modular y su precio razonable lo hacen ideal para proyectos más sencillos.

Formas de hormigón aislado (ICF)

Los ICF cumplen una doble función: actúan como encofrados y permanecen en su lugar como aislantes. Estos encofrados permanecen en su sitio una vez fraguado el hormigón, lo que proporciona ventajas de aislamiento térmico y acústico. Son especialmente populares en la construcción de viviendas donde la eficiencia energética es importante.

Encofrado de espuma para hormigón

Cuando necesites un trabajo decorativo sofisticado, los moldes de espuma pueden ser tu mejor opción. Aunque no son tan duraderas como otras opciones, te permiten crear diseños intrincados que serían difíciles de conseguir de otro modo.

Herramientas necesarias

Antes de empezar, asegúrate de que tienes:

  • Una cinta métrica de confianza
  • Una sierra (manual o eléctrica)
  • Taladro, tornillos y clavos
  • Un martillo sólido
  • Estacas y tirantes
  • Un nivel fiable
  • Agente desencofrante (evita que el hormigón se pegue)
  • accesorios para encofrados de hormigón

Consejos para construir encofrados de hormigón

encofrado

Construir encofrados de hormigón no es una ciencia exacta, pero exige prestar mucha atención a los detalles. Los encofrados deben ser sólidos como una roca, ya que son los que dan forma al hormigón y lo mantienen en su sitio mientras se endurece. Te guiaré por los pasos esenciales, centrándome principalmente en los encofrados de madera, pero también en los de metal y otros materiales.

Planificar y medir a fondo

Antes de pensar en cortar materiales, asegúrate de que las medidas son correctas. Coge la cinta métrica y compruébalo todo dos veces: no hay nada peor que descubrir que las formas no encajan cuando ya has empezado. Créeme, el tiempo que dediques ahora a planificar te ahorrará dolores de cabeza más adelante. Cuando tengas que trabajar con formas extrañas, haz primero un boceto o marca el trazado directamente en el suelo.

Seleccione materiales de calidad

Para los encofrados de madera, no escatimes en madera. Busca tablas rectas y madera contrachapada que no esté alabeada ni partida, ya que esos defectos se notarán en el hormigón acabado. El contrachapado es muy popular porque deja un acabado liso y aguanta bien los golpes.

Si vas a utilizar encofrados metálicos, adapta el material al tamaño del trabajo. El aluminio funciona muy bien para trabajos pequeños, pero saca a relucir los encofrados de acero cuando tengas que hacer algo grande. Asegúrate de que estén limpios y sin óxido antes de empezar.

Montar el encofrado de forma segura

Corta los materiales a medida y fíjalo todo bien. Con los encofrados de madera, no seas tacaño con los clavos o tornillos, y clava bien las estacas en el suelo: son tu seguro contra el desplazamiento de los encofrados. Añade también muchos refuerzos.

Los encofrados metálicos suelen venir con sus propios sistemas de fijación: los agujeros pretaladrados y los mecanismos de cierre facilitan las cosas. Sea cual sea el que utilices, comprueba bien las juntas. Si hay huecos, hay fugas de hormigón, y eso es un lío.

Aplique un agente desmoldeante

Hay algo que la gente a veces olvida: recubra los encofrados con desencofrante. Es básicamente un seguro de que tus encofrados se desprenderán limpiamente una vez que el hormigón fragüe. Este paso es especialmente crucial con los encofrados de madera, ya que les encanta agarrarse al hormigón como si fuera pegamento.

Los encofrados metálicos también necesitan desencofrantes, tanto para evitar que se peguen como para combatir la oxidación. Asegúrese de utilizar el producto adecuado para el material del encofrado.

Proporcionar apoyo adecuado

El hormigón húmedo presiona con fuerza contra los encofrados, especialmente en vertidos grandes. No escatimes en apuntalamiento: añade suficientes soportes para mantener todo rígido. Los encofrados de madera suelen necesitar refuerzos horizontales y diagonales adicionales para mantenerse firmes.

Aunque los encofrados metálicos son más resistentes, no son inmunes a la presión. Para vertidos altos, instala andamios adecuados o puntales ajustables para mantener todo en su sitio.

Asegúrese de que el encofrado esté nivelado y a escuadra

Tómate tu tiempo para que todo esté perfectamente nivelado y a escuadra. Un buen nivel de burbuja es tu mejor aliado. Un encofrado torcido es sinónimo de hormigón torcido, y arreglarlo después es entre difícil e imposible.

Tenga en cuenta las condiciones meteorológicas

La madre naturaleza puede estropear tus encofrados de formas inesperadas. Los encofrados de madera pueden deformarse si se empapan, así que utiliza madera tratada o cúbrelos cuando llueva. Los encofrados metálicos se dilatan y contraen con los cambios de temperatura, así que no los pierdas de vista cuando haga mal tiempo.

Consideraciones sobre el vertido

Vierte el hormigón de forma constante y uniforme: si viertes demasiado en un solo punto, puedes reventar los encofrados. Utiliza un vibrador de hormigón o un apisonador para eliminar las burbujas de aire, pero no te excedas o podrías desestabilizar todo el montaje.

Mantener la limpieza durante y después del uso

Limpia los encofrados en cuanto los desmoldes: el hormigón seco es muy difícil de quitar. Los encofrados de madera deben secarse bien para evitar que se pudran, mientras que los de metal deben guardarse en un lugar seco para evitar que se oxiden. Cuida tus encofrados y ellos cuidarán de ti en múltiples vertidos.

Diferencias clave entre el metal y otras formas

Los encofrados de acero y aluminio requieren un manejo diferente al de la madera. Son más pesados y a menudo requieren equipos para desplazarlos, a diferencia de los encofrados de madera, que pueden manejarse a mano. La contrapartida es la durabilidad y la precisión, sobre todo a alta presión.

Los encofrados de plástico se montan rápidamente, pero pueden agrietarse si no tienes cuidado. Los encofrados de espuma aislante pueden parecer a prueba de balas, pero comprueba siempre que no estén dañados antes de verter el hormigón.

Cuándo retirar los encofrados de hormigón

Encofrado

El momento oportuno lo es todo cuando se trata de retirar encofrados. Si te equivocas, puedes poner en peligro todo el proyecto.

Encofrado de madera

Para estructuras verticales como muros y columnas, espere entre 24 y 48 horas antes de retirar los encofrados de madera. Las superficies horizontales, como las losas, necesitan más tiempo: entre 3 y 7 días, según la mezcla de hormigón y las condiciones.

Encofrados metálicos

Los encofrados metálicos suelen retirarse antes que los de madera, ya que no absorben la humedad ni se deforman. Pero para grandes proyectos que utilizan hormigón de alta resistencia, sigue siendo inteligente dejarlos en su lugar por más tiempo.

Independientemente del material que utilice, respete siempre las directrices de curado de su proyecto específico para evitar problemas posteriores.

Conclusión

El éxito en el trabajo con hormigón se reduce a elegir los encofrados adecuados y saber cómo utilizarlos correctamente. La versatilidad de la madera o la resistencia del acero dependerán de sus necesidades específicas. Para proyectos serios en los que la durabilidad es lo más importante, los encofrados metálicos suelen ser los mejores.

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